martes, 26 de mayo de 2009

La bajada de bandera

¿Por qué uno le dice al precio inicial del viaje “bajada de bandera”? Esto se debe a que antes, el reloj taxímetro (aparato) que se utilizaba para calcular el precio de los viajes tenía una banderita al costado que, cuando el taxi era ocupado, esta se debía bajar no solo para indicar que el taxi estaba con pasajeros, sino también para que el reloj comenzara a contar el valor del viaje. Obviamente, al bajar esta bandera, el aparato arrancaba su cuenta desde una cifra X.

Un aparato como este se usaba antes:

No sabemos todo...

El taxista, por el hecho de andar en la calle, no es Dios. El taxista sabe fundamentalmente de calles, barrios, y a veces conoce algunos lugares. ¡¡¡No sabemos de todo!!!

Es común que te suba algún pasajero y te diga: llevame a la Peluquería de Michael. (¿Y dónde C... queda eso? Ni que fuera la peluquería de los "Hermanos Ber").

O sube alguno y te dice: ¿Cuántos kilómetros hay hasta Villa Ascasubi?. (¡Que se yo! De como que se cuántos hay hasta Carlos Paz).

Lo peor de todo es que algunos encima se enojan porque no le das una respuesta satisfactoria: "¿ACASO NO SOS TAXISTA VOS?".

Por ahí sube el que te pregunta: Che, ¿dónde se comen buenas pastas?. (TROESMA, yo soy taxista, no guía turístico, especialista en comidas).

Los "peores del grado" son los que viven en un pasaje de tierra de 20 metros de largo, perdido en el último barrio, pegado al fin del ejido municipal, llamado "Chiriscocho" y pretenden que sepás donde está y en cuanto tiempo estarás llegando a ese lugar.

Con esto no quiero que se caiga en la paranoia de subestimar al taxista e indicarle donde está General Paz y Colón, pero sepan que no sabemos todo, somos simples mortales.

Como arrancar una conversación...

Es muy común que pasajero y taxista quieran arrancar una conversación hablando sobre las condiciones metereológicas (¡Tiempo loco eh!). Si uno por día hace 30 viajes aproximadamente, el 75% que inició conversación lo hizo por medio de "el tiempo". Uno como taxista ya termina repitiendo 200 veces lo mismo ("sí, que calor", "la verdad, que humedad, ya parece Buenos Aires", etc, etc).

Debo reconocer que hay veces que se terminan en "flor" de conversaciones a partir del tiempo, pero cuando está en su mejor momento, se llega al final del viaje porque perdimos minutos hablando sobre una obviedad.

He aquí algunos temas para arrancar la conversación, así empezamos una posible charla interesante desde el minuto uno del viaje:

-Si ve en el tránsito algo llamativo manifiesteselo al taxista (seguro que él se percato también).

-Hable sobre alguna noticia muy resonante.

-Preguntar sobre el movimiento en el centro no es ingenioso, pero es una variante.

-Si le gustan las conversaciones acaloradas, hable de politica, fútbol o religión. (No se lo recomiendo porque se pueden subir mucho los decibeles, y 10 minutos a veces no bastan para ponerse de acuerdo).

-Hable de los cortes de calles.

-A veces a los taxistas nos gusta hablar sobre anécdotas, sobre nuestro trabajo.

-La mejor alternativa para empezar una conversación es comentarle al taxista sobre ESTE BLOG. JEJEJEJE


De onda para los pasajeros:
Si el taxista no tiene mucho interés en hablar, no insista. Hay veces que uno se queda sin saliva de tanto hablar.

De onda para los taxistas: Si el pasajero no quiere conversar, no insista. Hay veces que el viaje es el único momento para meditar que tiene el pasajero en el día.

(Apartado: Yo como taxista siempre espero que el pasajero empiece la conversación. Si no lo hace, interpreto que no tiene ganas de charlar, lo cual es respetable, por supuesto.)